El ocultismo masónico no trata sobre hechos reales ni ficticios. Trata sobre algo mucho más enigmático y fascinante que incluso va mucho más allá de la realidad, comparado con lo cual aquello que consideramos real es una mera ficción, una ilusión. Aún así lo que oculta la masonería tiene que ver intensamente e íntimamente con todos nosotros, seamos masones o no. El mundo no es lo que parece, de la misma forma que los seres y las cosas que nos rodean tampoco son lo que parecen, nos han condicionado a verlas como reales. El Ocultismo Masónico trata, sobre todo, del engaño en que hemos caído; del engaño total del mundo en que vivimos, así como de lo que hay detrás de este mundo, todo cuanto vemos y palpamos es un engaño, al mundo lo percibimos al revés, como cuando lo vemos a cierta distancia a través de una lupa, y cuando la acercamos lo vemos todo magnificado y a si alejamos lo vemos empequeñecido, pero jamás vemos el mundo tal cual es, esto es porque desde que apenas abrimos los ojos cuando bebes comienzan a condicionarnos. Podría parecer para usted una explicación extraña en torno a cosas que nos suceden. Pero cuando damos con la clave podemos incluso modificar a nuestro antojo esta supuesta realidad en la que vivimos. Así, en realidad, El Ocultismo Masónico trata de nosotros mismos, se preguntaran el porqué ocultar este saber a los No Masones. La verdad lo os detalles tal vez son poco comprensibles para las mentes no iniciadas , muy poco entendibles. Y, sin embargo, su gran importancia alcanza las raíces de nuestro ser, seamos o no iniciados masones. Esta falta de entenderlo o no es importante. Por lo general, cuando algo nos es poco comprensible se debe a que no guarda ninguna relación con nosotros, ni nosotros con ello. Sin embargo, lo que Oculta la Masonería a los profanos es lo que tenemos más cerca, nos es familiar y hemos olvidado, esta tan íntimamente relacionado con nosotros tan cercano que no lo vemos jamás, a menos que seamos iniciados masones. Es como cuando tenemos los ojos venados o que lo vemos y no lo comprendemos. Cuando la venda que cubría los ojos nos es retirada, de todos modos lo que vemos nos es ajeno de un modo muy extraño, precisamente porque es parte esencial de nosotros, vemos por primera vez nuestro Yo Verdadero, y muchos mejor prefieren cerrar de nuevo los ojos, y no tratar de esa parte poderosa de la Masonería. Y ese es el propósito de la iniciación Masónica: despertar ese algo olvidado, algo que nos han hecho olvidar con el paso del tiempo aquellos que no lo entendieron o que, por motivos propios, quisieron que lo olvidáramos, para ello se crearon las religiones, las universidades para hacernos olvidar. En este proceso de despertar es profundamente sanador para el Alma si no fuera porque hemos llegado a una idea de salud tremendamente superficial o exterior. Para la mayoría de nosotros los condicionados por la familia o la sociedad, la curación es lo que hace que nos sintamos cómodos y lo que alivia el dolor físico, pero nadie nos cura el dolor del alma, la masonería sana el alma liberándola de las cadenas que nos son pesadas, incomodas. La masonería es lo que mitiga, lo que nos protege con su poderoso Egregor . Y, sin embargo en el mundo de los profanos, con frecuencia aquello de lo que queremos ser sanados es lo mismo que nos cura si podemos soportar la incomodidad y el dolor. Queremos curarnos de la enfermedad dolorosa , pero, precisamente, a través de la enfermedad crecemos y nos sanamos de nuestra apatía autocomplaciente, hay dolores del ser que no se mitigan con pastillas recetadas por un doctor del cuerpo. Tememos la pérdida dolorosa de alejamiento de nosotros mismos y, sin embargo, precisamente a través de lo que perdemos somos capaces de averiguar que no pueden quitarnos nada. Huimos corriendo de la tristeza y la depresión, pero, si dejamos de ignorar la tristeza, esa tristeza profunda de sentirnos solos, echados en un mundo profano atroz que nos da miedo, distinguiremos que habla con la voz de nuestro anhelo más profundo; y si seguimos prestándole atención un poco más, encontraremos que nos enseña la manera de alcanzar lo que deseamos realmente. Nos preguntamos ¿Y cuál es nuestro verdadero anhelo? Para ello es necesario conocernos a nosotros mismos, a tan solo saber qué es lo que debemos anhelar. De eso trata eso que oculta la masonería a los profanos, pensaran es egoísta de parte de los masones se oculte estos secretos al mundo." Pero apenas recibidas y comprendidas, las enseñanzas masónicas , sabrán del porque este saber masónico se oculta a los No Masones: "Así, todo lo que se ha mencionado hasta el momento –el principio del relato iniciático acerca de su viaje misterioso a ese otro mundo velado a los mortales, las tradiciones sobre el Ocultismo , los hallazgos que hacemos al ir dentro de nosotros – puede parecer una historia personal o incluso una historia dentro de otra historia mucho más personal, que siempre descubrimos algo que nos era inesperado, incluso terrible el darnos cuenta que no somos lo que pensábamos. Pero la historia personal está lejos de haber concluido y de este modo la iniciación masónica, es sólo el principio de algo mucho más grandioso." Así, el final de este viaje es sólo el principio. El principio de redescubrir la realidad o nuestra propia realidad, lo que es lo mismo, de redescubrirnos a nosotros mismos . Algo que, como queda claro , tiene que ver con una sabiduría ancestral, con el amor al conocimiento Oculto, y con una corriente de pensamiento liberal y de obrar libremente, libres en la sabiduría, que existe desde tiempo inmemorial. En este viaje iniciático daremos con el poder, un poder que va más allá de lo que imaginamos .
Fraternalmente Vicente Alcoseri
Fraternalmente Vicente Alcoseri