La Logia representa el jardín del Edén; debe estar artísticamente decorada; incluso debería serlo con follaje. En uno de los rincones se precisa una especie de río que asemeje caer de alguna roca; en el medio del jardín, un manzano, alrededor del cual hay una serpiente de cartón pintado, cuya cabeza se mueve por medio de un hilo de hierro y cuya boca se abre y cierra para sostener una manzana, permitiendo cogerla a voluntad; se ilumina tanto como se considere conveniente. La tela es la misma que en el grado precedente; hay además sobre el altar, ante el Gran Maestro, una gran vela encendida y una pequeña pila que contiene un poco de harina desleída; en la parte baja de la Logia, un infiernillo de cobre, sobre el cual hay un cuenco lleno de alcohol, que se enciende después de haberle puesto un poco de sal; hacia la puerta, frente al Venerable, una mesa cubierta de un trapo negro, encima de la cual hay un transparente donde se representa a Caín matando a su hermano Abel. Es necesario también, para este grado, disponer de granizo y de trueno, que se hacen oír cuando la candidata muerde la manzana. El cuadro representa las cuatro partes del mundo, como el del grado precedente. Hay además, en el medio, el Arca de Noé sobre la montaña en el instante que la paloma vuelve con la rama de olivo- La Logia se abre como la precedente; el Gran Maestro tiene en la mano izquierda una rama de olivo y hace varias preguntas sobre el cate- cismo en espera de que la hermana que debe ser admitida esté presta. La candidata está en la sala de reflexión con el orador, que la exhorta a que soporte todas las pruebas que se le exigirán. Le hace quitarse todos los diamantes y las otras joyas que pueda tener, para señalar su humildad, y le pide su liga izquierda. Tras haberla recibido, le venda los ojos y la introduce en la Logia. La hermana introductora la sitúa entre las dos oficialas; advierte el Venera- ble que la hermana que desea ascender al segundo grado está presente -y que, como prueba de su sumisión, ha entregado sus joyas y su liga (el ora dor las pone sobre el altar). Inmediatamente el Gran Maestro se levanta y dice a la candidata: —Mi querida hermana, contemplo vuestro celo con extremo pla- cer; sin embargo, aunque nos confirméis en la alta idea que nos hemos formado de vos, me considero aún obligado a comprometeros a no precipitar nada. Sabed que una sola debilidad nos impediría recibiros. Si la hermana persiste, el Venerable manda al hermano inspector que le haga dar dos veces la vuelta al cuadro y le haga pasar por la prueba del fuego, a fin de persuadir a todos los hermanos de su valentía. Terminadas las dos vueltas, el inspector aproxima a la aspirante a la llama que produce el alcohol. Pero apenas ha sentido ella el calor cuando el Venerable dice: —Es suficiente; debemos estar contentos de su sumisión. Mi querida hermana, nada temáis: la buena fe es sagrada entre los masones; la venda que tenéis sobre los ojos nos asegura de la vuestra y nos representa el estado de inocencia en que vivían nuestros primeros padres. No os queda más que una prueba para entrar en nuestro santuario; aunque ciertamente sea terrible, no está por encima de la virtud vale- rosa. Vamos a conduciros al lugar de las delicias; que la sabiduría y la prudencia os inspiren en lo que os queda por hacer y os conduzcan ha- cia mí con certeras señales de vuestra inocencia. Terminado este discurso, el hermano inspector conduce a la candidata al Paraíso Terrestre y la abandona a sus reflexiones. En cuanto se ha ido algún comisionado para ello le da una manzana y le persuade de la necesidad de que coma para ser recibida, pues sin eso no puede alcanzar el conocimiento de los sublimes misterios de la Masonería, ha aspirante no opone ninguna dificultad; pero, apenas ha comenzado a morder la manzana, se oyen el trueno y el granizo; el instigador se escapa hábilmente y el orador, que se mantiene presto, se adelanta con pasos precipitados, detiene el brazo de la candidata, le desata su venda y grita: —¡Desgraciada! ¿Qué habéis hecho? ¿Así es como vos practicáis las lecciones de sabiduría que se os han dado? ¡Cómo! Despreciando las promesas que os ha hecho el Gran Maestro de recompensar vuestra valentía y vuestra prudencia, os dejáis seducir por ese monstruo(le muestra la serpiente a la que se hace mover la cabeza). ¿Qué premio podéis esperar de semejante flaqueza? ha sorprendida candidata está demasiado desconcertada como para responder. El orador continúa: —Seguidme, señora, y salgamos con la mayor rapidez posible de un lugar que os recordaría sin cesar vuestra falta. Después, conduciéndola al centro de la asamblea, la pone en manos del inspector y va a llevar al Gran Maestro la manzana mordida. El Venerable la recibe y dice a la candidata: —Demasiado veo, señora, el poco caso que habéis hecho de los sabios consejos que os di; ved el cúmulo de desgracias que vuestra in- consecuencia ha causado. Se hace volver a la hermana hacia el transparente, por encima del cual debe leer estas palabras: «El crimen ha vencido a la inocencia». Entonces el Gran Maestro, dirigiendo la palabra a la asamblea, dice: El Venerable.—¿Qué debo hacer, hermanos? El Inspector.—Consultar vuestra sabiduría y seguir nuestras leyes. El Venerable.—Os entiendo, hermano Y, dirigiéndose a la candidata: —Señora, hemos visto con dolor vuestra falta; pero, por grande que esta sea, la indulgencia que constituye la base de nuestra sociedad no me permite reprochároslo en exceso; y para daros a conocer el carácter de los verdaderos masones, sabed que todos los hermanos y her- manas aquí presentes os perdonan, y yo el primero, a condición de que estéis dispuesta a prestar, ante nosotros y sobre este altar, un auténtico juramento de no emplear jamás otro tipo de venganza hacia aquellos que sabéis culpables; ¿lo aceptáis, señora? Tras haber respondido «sí» la candidata, todos los hermanos y her- manas aplauden. Se la hace avanzar hasta el altar en cuatro pasos, comenzando por el pie derecho; el Venerable la hace arrodillarse y pronuncia con ella la promesa que sigue: «Juro y me comprometo, en presencia de esta respetable asamblea y bajo las penas que me impone mi anterior promesa, no revelar jamás a ninguna aprendiza el secreto de compañera. Prometo amar, proteger y socorrer a mis Hermanos y Hermanas siempre que encuentre ocasión para ello, no comer en modo alguno pepitas de manzana, ya que con- tienen el germen del fruto prohibido; además, prometo guardar conmigo esta noche la liga de la Orden y no descubrir sus misterios en absoluto a los profanos. Prometo todas estas cosas a riesgo de incurrir en la indignación de mis Hermanos y Hermanas; por ello ruego a Dios que venga en mi ayuda. Así sea». El Venerable levanta a la candidata y, tomando la llana cuyo extremo ha mojado en la pila sagrada, se la pasa cinco veces por los labios y le dice: El Venerable.—Es el sello de la discreción lo que os aplico; pronto se os enseñará la moral que encierra. Recoged este fruto: es el símbolo de un gran misterio; recibid también esta liga como emblema. Entonces, haciendo pasar a la hermana al lado de la Logia que se denomina África, continúa diciendo Como en el grado precedente, tenemos unos signos y unas palabras para reconocernos en calidad de compañeras. Habiendo terminado el Venerable, la introductora conduce a la nueva prosélita a las dos oficialas para que se dé a conocer a ellas; tras lo cual la vuelve a llevar hasta el Venerable, que le entrega sus joyas, y cuando se las ha puesto de nuevo, la hace situarse al lado de África; después se ini- cia el catecismo. P.—Hacedme el signo de compañera. R.—Este es (se lo hacen). P.—Decidme la palabra.'R.—B..., que significa Confusión.P.—Decidme el santo y seña. jR.—L..., que quiere decir: Señor, no he pecado sino porque me habéis abandonado. Tras esta respuesta, el Venerable dice: —Cultivemos, pues, estas virtudes que nos son tan queridas; y, para testimoniar nuestro consentimiento, aplaudamos, hermanos. Todos los hermanos y hermanas aplauden, y el Venerable dice: —La Logia queda cerrada. has dos oficialas repiten esas palabras -https://groups.google.com/forum/#!topic/secreto-masonico/15mGOfZsu-w
Gilson Antenor A loja representa o jardim do Éden; Deve ser artisticamente decorado; Deve ser mesmo com folhagem. Em um dos cantos, é necessário um tipo de rio que parece cair de uma pedra; no meio do jardim, uma árvore de maçã, em torno do qual há uma cobra de papelão pintado, cuja cabeça é movida por meio de um fio, e cuja boca abre e fecha para segurar uma maçã, permitindo que você buscá-lo em vai; ilumina ambos conforme apropriado. O tecido é o mesmo que no grau anterior; Há também sobre o altar, antes do grande mestre, uma grande vela acesa e uma pequena bateria, contendo um pouco de farinha aguado; na parte inferior da loja, um cobre infiernillo, no qual há uma tigela cheia de espírito, que liga após ter colocado um pouco de sal; para a porta, em frente o Venerável, uma mesa coberta em um pano preto, além do mais é um transparente onde representa Caim matar seu irmão Abel. É necessário também a este grau, tem granizo e trovoada, que são feitas para ouvir quando o candidato morde a maçã. A pintura representa as quatro partes do mundo, como o grau anterior. Há também, no meio, a arca de Noé na montanha no momento em que a pomba retorna com o ramo de Oliveira, a árvore lodge é aberto como o anterior; o grande mestre tem em sua mão esquerda um ramo de Oliveira e faz várias perguntas sobre o cate - cismo na espera que a irmã que deve admitir que é fornecida. O candidato está no Hall de reflexão com o alto-falante, que convida você para suportar todos os testes que serão necessários. Faz você removeu todos os diamantes e outras jóias pode ter que designar a sua humildade e pede sua liga à esquerda. Após recebê-la, vender-lhe os olhos e inseri-lo na loja. Irmã do introdutor classifica-o entre os dois relevantes; adverte o Venera - ble para a irmã que quer subir para o segundo grau está presente - e que, como prova de sua submissão, emitiu suas jóias e sua liga (o ora dor coloca-los no altar). Imediatamente, o grão-mestre se levanta e diz para o candidato:-minha querida irmã, contemplar seu zelo com extrema pla - cer; No entanto, embora nos confirméis na alta idéia que formamos você, ainda sou forçado a cometer-lhe para não apressar as coisas. Sei que uma única fraqueza nos impediria para receber você. Se persistir a irmã, o Venerável envia irmão inspector deixá-lo ir duas vezes ao redor da caixa e faça-o ir através do teste de fogo, para convencer a todos os irmãos de sua coragem. Terminado as duas rodadas, o Inspetor se aproxima o aspirante à chama que produz álcool. Mas senti seu calor quando o Venerável diz:-é suficiente; Devemos ser conteúdos para sua apresentação. Minha querida irmã, sem medo: boa-fé é sagrada entre os maçons; a banda que você tem olhos nos assegura de sua preferência e nos representa o estado de inocência que viveu em nossos primeiros pais. Não é mais do que um teste para entrar nosso santuário; Embora seja certamente terrível, não é acima vale virtude - rosa. Nós vai levar você para o lugar de deleite; que sabedoria e prudência vai inspirar em que permanece, eu fiz e você dirige tem - cia me com sinais precisos da sua inocência. Terminado este discurso, o irmão inspector leva o candidato ao paraíso terrestre e abandonada às suas reflexões. Assim que ele se foi um Comissário para fazer então dá-lhe uma maçã e persuadi-lo da necessidade de comer para ser recebida, porque sem isso não dá pra alcançar o conhecimento dos mistérios sublimes da Maçonaria, tem o requerente que não se opõe à qualquer dificuldade; Mas só agora começou a morder a maçã, a ouvir o trovão e o granizo; o instigador é habilmente escapa e o alto-falante, que permanece pronto, vem com passos apressados, pára o braço do candidato, desencadeia sua banda e grita:-miserável! O que fizeste? É como você fazer as lições de sabedoria que tem sido dado a você? Como! Desprezando as promessas que fizeram a você grande mestre recompensa de sua coragem e sua prudência, deixá-lo ser seduzido por esse monstro (le muestra la serpiente a la se hace mover la cabeza). O prémio que pode esperar de fraqueza semelhante? Ele tem surpreendido candidato é confuso demais para responder. O orador continuou:-Siga-me, senhora e deixar o mais rapidamente possível para um lugar que você se lembrar sem cessar a sua falta. Então, levando-a para o centro da assembleia, coloca nas mãos do Inspetor e conduzirá a mordida do grão-mestre Apple. O Venerável recebe-lo e diz ao candidato:-Veja também, senhora, o evento que fez os sábios conselhos que te dei; Veja o acúmulo de infortúnios que causou em seu resultado. É feito para retornar para a irmã para o transparente, acima que deve ler estas palavras: «crime tem batido a inocência». Em seguida, o grão-mestre, abordando a montagem, a palavra diz: o Venerável. - o que devo fazer, irmãos? O Inspector. - consultar sua sabedoria e siga as nossas leis. O Venerável. - eu entendo, irmão e vai para o candidato:-senhora, temos visto com dor sua falta; Mas, no entanto grande pode ser, a indulgência que constitui a base da nossa sociedade não me permite usar contra você em excesso; e para dar-lhe conhecer a natureza dos verdadeiros maçons, sei que todos os irmãos e ela - manas aqui presente vai perdoar, e eu o primeiro, a menos que você está disposto a pagar, antes de nós e neste altar, um verdadeiro juramento não para nunca usar outro tipo de vingança contra os que você sabe culpado; Você aceita isso, senhora? Após ter respondido 'Sim', o candidato, todos os irmãos e ela - manas aplaudir. Torna-se mover-se para o altar em quatro etapas, começando com o pé direito; o Venerável fá-la ajoelhar-se e pronunciar a promessa que se segue com ele: «eu juro e prometo, na presença desta casa respeitável e sob as sanções impostas a mim por minha promessa anterior, não divulga nunca nenhum segredo de aprendiz, companheiro. Prometo amar, proteger e ajudar meus irmãos e irmãs, sempre que você encontrar tempo para fazer isso, não para comer qualquer nuggets da Apple, no modo como com - tem o germe do fruto proibido; Além disso, eu prometo me salvar ordem hoje liga e não para descobrir seus mistérios em tudo para o profano. Prometo que todas estas coisas, correndo o risco de incorrer na ira dos meus irmãos e irmãs; por este motivo gostaria de pedir a Deus para vir em meu auxílio. Então se». O Venerável levanta para o candidato e, ter o trowel cujo fim tem mergulhado a pilha sagrada, gasta cinco vezes pelos lábios e diz: o Venerável. - é a marca da margem de manobra que você aplicar; em breve, ele vai te ensinar moralidade delimitador. Reunir este fruto: é o símbolo de um grande mistério; também recebem nesta liga como um emblema. Em seguida, passando a irmã ao lado o lodge é chamado África, continua como no ano anterior, temos alguns sinais e algumas palavras a reconhecer-nos como um companheiro. Tendo completado o Venerável, o introdutor leva para a nova proselita para os dois relevantes que é conhecido Depois que retorna a levam até o Venerável, que lhe dá as jóias, e quando ele colocou eles novamente, torna-a sentar ao lado de África; em seguida é ini - cia o catecismo. P. - faça-me o sinal do companheiro. R. - isto é (-se). P. - diga-me a palavra...' r. - b., o que significa Confusion.p. - diga-me o Santo e o sena. Jr - L, o que equivale a dizer: Senhor, eu não tenho pecado, mas porque vós que me abandonou. Após esta resposta, o Venerável diz:-cultivar-se, por conseguinte, estas virtudes que nos são tão caros; e para testemunhar o nosso consentimento, aplaudimos, irmãos. Saudaram todos os irmãos e irmãs, e o Venerável
![Foto: La Logia representa el jardín del Edén; debe estar artísticamente decorada; incluso debería serlo con follaje. En uno de los rincones se precisa una especie de río que asemeje caer de alguna roca; en el medio del jardín, un manzano, alrededor del cual hay una serpiente de cartón pintado, cuya cabeza se mueve por medio de un hilo de hierro y cuya boca se abre y cierra para sostener una manzana, permitiendo cogerla a voluntad; se ilumina tanto como se considere conveniente. La tela es la misma que en el grado precedente; hay además sobre el altar, ante el Gran Maestro, una gran vela encendida y una pequeña pila que contiene un poco de harina desleída; en la parte baja de la Logia, un infiernillo de cobre, sobre el cual hay un cuenco lleno de alcohol, que se enciende después de haberle puesto un poco de sal; hacia la puerta, frente al Venerable, una mesa cubierta de un trapo negro, encima de la cual hay un transparente donde se representa a Caín matando a su hermano Abel. Es necesario también, para este grado, disponer de granizo y de trueno, que se hacen oír cuando la candidata muerde la manzana. El cuadro representa las cuatro partes del mundo, como el del grado precedente. Hay además, en el medio, el Arca de Noé sobre la montaña en el instante que la paloma vuelve con la rama de olivo- La Logia se abre como la precedente; el Gran Maestro tiene en la mano izquierda una rama de olivo y hace varias preguntas sobre el cate- cismo en espera de que la hermana que debe ser admitida esté presta. La candidata está en la sala de reflexión con el orador, que la exhorta a que soporte todas las pruebas que se le exigirán. Le hace quitarse todos los diamantes y las otras joyas que pueda tener, para señalar su humildad, y le pide su liga izquierda. Tras haberla recibido, le venda los ojos y la introduce en la Logia. La hermana introductora la sitúa entre las dos oficialas; advierte el Venera- ble que la hermana que desea ascender al segundo grado está presente -y que, como prueba de su sumisión, ha entregado sus joyas y su liga (el ora dor las pone sobre el altar). Inmediatamente el Gran Maestro se levanta y dice a la candidata: —Mi querida hermana, contemplo vuestro celo con extremo pla- cer; sin embargo, aunque nos confirméis en la alta idea que nos hemos formado de vos, me considero aún obligado a comprometeros a no precipitar nada. Sabed que una sola debilidad nos impediría recibiros. Si la hermana persiste, el Venerable manda al hermano inspector que le haga dar dos veces la vuelta al cuadro y le haga pasar por la prueba del fuego, a fin de persuadir a todos los hermanos de su valentía. Terminadas las dos vueltas, el inspector aproxima a la aspirante a la llama que produce el alcohol. Pero apenas ha sentido ella el calor cuando el Venerable dice: —Es suficiente; debemos estar contentos de su sumisión. Mi querida hermana, nada temáis: la buena fe es sagrada entre los masones; la venda que tenéis sobre los ojos nos asegura de la vuestra y nos representa el estado de inocencia en que vivían nuestros primeros padres. No os queda más que una prueba para entrar en nuestro santuario; aunque ciertamente sea terrible, no está por encima de la virtud vale- rosa. Vamos a conduciros al lugar de las delicias; que la sabiduría y la prudencia os inspiren en lo que os queda por hacer y os conduzcan ha- cia mí con certeras señales de vuestra inocencia. Terminado este discurso, el hermano inspector conduce a la candidata al Paraíso Terrestre y la abandona a sus reflexiones. En cuanto se ha ido algún comisionado para ello le da una manzana y le persuade de la necesidad de que coma para ser recibida, pues sin eso no puede alcanzar el conocimiento de los sublimes misterios de la Masonería, ha aspirante no opone ninguna dificultad; pero, apenas ha comenzado a morder la manzana, se oyen el trueno y el granizo; el instigador se escapa hábilmente y el orador, que se mantiene presto, se adelanta con pasos precipitados, detiene el brazo de la candidata, le desata su venda y grita: —¡Desgraciada! ¿Qué habéis hecho? ¿Así es como vos practicáis las lecciones de sabiduría que se os han dado? ¡Cómo! Despreciando las promesas que os ha hecho el Gran Maestro de recompensar vuestra valentía y vuestra prudencia, os dejáis seducir por ese monstruo(le muestra la serpiente a la que se hace mover la cabeza). ¿Qué premio podéis esperar de semejante flaqueza? ha sorprendida candidata está demasiado desconcertada como para responder. El orador continúa: —Seguidme, señora, y salgamos con la mayor rapidez posible de un lugar que os recordaría sin cesar vuestra falta. Después, conduciéndola al centro de la asamblea, la pone en manos del inspector y va a llevar al Gran Maestro la manzana mordida. El Venerable la recibe y dice a la candidata: —Demasiado veo, señora, el poco caso que habéis hecho de los sabios consejos que os di; ved el cúmulo de desgracias que vuestra in- consecuencia ha causado. Se hace volver a la hermana hacia el transparente, por encima del cual debe leer estas palabras: «El crimen ha vencido a la inocencia». Entonces el Gran Maestro, dirigiendo la palabra a la asamblea, dice: El Venerable.—¿Qué debo hacer, hermanos? El Inspector.—Consultar vuestra sabiduría y seguir nuestras leyes. El Venerable.—Os entiendo, hermano Y, dirigiéndose a la candidata: —Señora, hemos visto con dolor vuestra falta; pero, por grande que esta sea, la indulgencia que constituye la base de nuestra sociedad no me permite reprochároslo en exceso; y para daros a conocer el carácter de los verdaderos masones, sabed que todos los hermanos y her- manas aquí presentes os perdonan, y yo el primero, a condición de que estéis dispuesta a prestar, ante nosotros y sobre este altar, un auténtico juramento de no emplear jamás otro tipo de venganza hacia aquellos que sabéis culpables; ¿lo aceptáis, señora? Tras haber respondido «sí» la candidata, todos los hermanos y her- manas aplauden. Se la hace avanzar hasta el altar en cuatro pasos, comenzando por el pie derecho; el Venerable la hace arrodillarse y pronuncia con ella la promesa que sigue: «Juro y me comprometo, en presencia de esta respetable asamblea y bajo las penas que me impone mi anterior promesa, no revelar jamás a ninguna aprendiza el secreto de compañera. Prometo amar, proteger y socorrer a mis Hermanos y Hermanas siempre que encuentre ocasión para ello, no comer en modo alguno pepitas de manzana, ya que con- tienen el germen del fruto prohibido; además, prometo guardar conmigo esta noche la liga de la Orden y no descubrir sus misterios en absoluto a los profanos. Prometo todas estas cosas a riesgo de incurrir en la indignación de mis Hermanos y Hermanas; por ello ruego a Dios que venga en mi ayuda. Así sea». El Venerable levanta a la candidata y, tomando la llana cuyo extremo ha mojado en la pila sagrada, se la pasa cinco veces por los labios y le dice: El Venerable.—Es el sello de la discreción lo que os aplico; pronto se os enseñará la moral que encierra. Recoged este fruto: es el símbolo de un gran misterio; recibid también esta liga como emblema. Entonces, haciendo pasar a la hermana al lado de la Logia que se denomina África, continúa diciendo Como en el grado precedente, tenemos unos signos y unas palabras para reconocernos en calidad de compañeras. Habiendo terminado el Venerable, la introductora conduce a la nueva prosélita a las dos oficialas para que se dé a conocer a ellas; tras lo cual la vuelve a llevar hasta el Venerable, que le entrega sus joyas, y cuando se las ha puesto de nuevo, la hace situarse al lado de África; después se ini- cia el catecismo. P.—Hacedme el signo de compañera. R.—Este es (se lo hacen). P.—Decidme la palabra.'R.—B..., que significa Confusión.P.—Decidme el santo y seña. jR.—L..., que quiere decir: Señor, no he pecado sino porque me habéis abandonado. Tras esta respuesta, el Venerable dice: —Cultivemos, pues, estas virtudes que nos son tan queridas; y, para testimoniar nuestro consentimiento, aplaudamos, hermanos. Todos los hermanos y hermanas aplauden, y el Venerable dice: —La Logia queda cerrada. has dos oficialas repiten esas palabras - https://groups.google.com/forum/#!topic/secreto-masonico/15mGOfZsu-w](https://scontent-b-lax.xx.fbcdn.net/hphotos-prn2/p480x480/1235074_10151848175861543_2133445928_n.jpg)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario