Un Secreto Masónico escrito en láminas de Oro (1) Vicente Alcoseri
Un Secreto Masónico escrito en láminas de Oro. Una historia, para muchos verídica y que no cabe pensar sea falsa, y que hoy influye en millones de personas alrededor del mundo. A veces, veo frases anquilosadas -cuando leo libros, la internet o periódicos, o veo la televisión - que dan vértigo. Por ejemplo, « reservas en oro», « su valor en el oro». Frases inventadas por profanos que son infelices y sin fantasía.------------ Yo soy un francmasón, por décadas lo he sido, sin embargo, jamás he visto que en Masonería se estime el « oro», de hecho así desde que me inicie. El Oro he visto siempre famoso pero raramente valuado en su real precio, un simple metal y nada más, como lo es el plomo o el mercurio. El masón, si el francmasón autentico No lleva oro en sus alhajas y jamás el francmasón estima el oro, nuestro interés real está en otras cosas, un oro que sirve únicamente en los países semíbárbaros o totalmente bárbaros. El oro se ve, más que nada, entre los vulgares, y tiene, además, algo de primitivo y tosco. Yo crecí, escuchando esas historias que masones fabricaban oro, y lo regalaban, nunca lo utilizaban para su provecho personal, sólo ese poco que transmutaban del plomo en oro, lo utilizaban en obras de caridad, y me decían que realmente fabricaban unas cuantas onzas, que solamente eso les tenían permitido del Cielo ----------- Pero hace algunos días, pensando más de lo acostumbrado por esas ideas locas de el valor que los profanos le dan al Oro , quise experimentar por una vez eso que los imbéciles llaman «valor del oro» Di a profundizar y comente con alguien -un masón que no duerme nunca- para que reuniese la mayor cantidad de información sobre el oro que le fuese posible – libros, revistas, archivos, datos de aquí y allá, y sobre todo, esa biblioteca secreta, a la cual podríamos tener acceso - y que analizase todo. Y por la noche, solo, con los libros allí, y después de meditar y que este hermano masón me ayudara a desentrañar el misterio del Oro.---------- Dentro de la Biblioteca Secreta -de unos ocho metros de largo- había libros , según mi hermano masón, libros altamente valorados en la actualidad, una colección secreta. Más que libros eran manuscritos, muchos de ellos dictados por mí, a un secretario que tuve hará unos años, había libros esotéricos también y de todos los tiempos -.----------- Probé porque teníamos poco tiempo para indagar en esa biblioteca de meterme en aquella masa amarillenta de libros y manuscritos. Debo decir, ante todo, que es absolutamente imposible entender el por qué el profano le da tanto valor al « oro». Todo lo más de entender, ayudándose con algunas ideas, es que alguien en el pasado quiso gravar algo en el oro porque era maleable e incorruptible así por milenios, se puede penetrar en el secreto del oro, sólo pensando que alguien de un remotísimo pasado dejo algo escrito en el y que algún afortunado pueda descifrarlo antes que los profanos lo tomen para fundirlo, algo que pasó y que no se ha difundido mucho relacionado con ese extraño hermano masón llamado José Smith funador de los mormones y con esas laminas de oro si Las Planchas de Oro o “Planchas Doradas” mencionadas sarcásticamente como la “Biblia de oro” y que constituyen el material por medio del cual el antiguo francmasón y profeta americano Mormón escribió su resumen del registro de su pueblo masónico de piel blanca en América antes de Colón . El hijo de Mormón, Moroni, enterró las Planchas de Oro en la tierra del Cerro Cumorah, en donde fueron encontradas por el Francmasón José Smith, quien supo de su ubicación por revelación e instrucciones del ángel Moroni. Después las planchas de oro fueron traducidas por José Smith de los textos originales que estaban en Copto Egipcio y luego publicadas como las escrituras que conocemos hoy en día como el Libro de Mormón, pero estas Planchas de oro fueron fundidas por la avaricia de los mormones que no entendieron la idea masónica. Así pero y a costa de muchos esfuerzos, y cuando se está sumergido el el ideario de oro de los profanos y su valor sobre lo en el escrito es muy difícil comprenderlo : nos vemos prisioneros y sofocados por la ambición de los malvados.------------ Las sensaciones que se experimentan allí dentro de la biblioteca alquímica, es extraña, el profano no entendería que hasta las emanaciones de esos libros algo transmiten, con la mitad de mi mente sumergida en la idea de ese metal, son en gran manera desagradables. Ese maldito oro sobre estimado y sobre valuado por los profanos , a pesar de su color que los pintores y los poetas llaman caliente, solar, ardiente, etc., es muy frío, helado, como la serpiente del mismo paraíso lo es. En aquellas pocas horas que conseguí en la biblioteca de mi maestro puede soportar una angustia me sentí encogido y sacudido de escalofríos, de recordar tantas historias por mi experimentadas en ese lugar mágico. Uno de los momentos más impresionantes de mi vida, que bien podría hacerse de esa etapa de mi vida una película y sería muy taquillera: ese sentido ardiente de resistencia a lo peligroso a lo desconocido, de sobrevolar el mundo y de ebriedad de luz, de quebrar hielo de mi mente. Y no se puede decir que consuela haber pertenecido a esa Sociedad Secreta, me perdí años de juventud pero no, no me arrepiento, si tengo éxito podría modificar los esquemas de la cultura mundial, modificar lo social, lo cultural y transformar incluso los diseños de lo político. El amarillo oro, el dorado oro no es ciertamente lo más valioso que se encuentra en el mundo, el humano vale más mucho más, pero equivocadamente vale más el oro que la misma vida humana. La Rosa y también el vulgarísimo girasol son más llamativos y espléndidos que el Oro. Y no hablemos de ciertos amarillos que se ven en los cuadros de Botticelli y de Van Gogh. El oro tiene algo de hostil y de impuro, tanto aquel pálido y un poco alimonado de los antiguos, como aquel otro amalgamado y hosco de la Edad Media, y peor aún, el lustroso y rojizo de nuestros tiempos. El oro, además, ha sido envilecido en los usos más humillantes -dientes postizos, plumas sucias de tinta, monturas de lentes-, lo que casi da asco. Y todas aquellas monedas manejadas por las manos más inmundas, engullidas, escondidas en la boca o en el recto... _________ Según el dicho del francmasón José Smith fundador de los mormones no dijo que los registros antiguos estaban grabados en planchas de oro puro, cada plancha tenía seis pulgadas de ancho y ocho pulgadas de largo, y no tan gruesas como la hojalata común. Estaban llenas de grabados misteriosos, en caracteres coptos egipcios, y unidas en un volumen como las hojas de un libro, con tres anillos que sujetaban el tamaño total. El volumen tenía como seis pulgadas de grosor, y una parte del mismo estaba sellado. Los caracteres en la parte no sellada eran pequeños, y bellamente grabados .-Todo el libro mostraba muchas marcas de antigüedad en su construcción y mucha destreza en el arte de esculpir. La planchas de las que José tradujo el Libro de Mormón se conocen como las “las planchas de oro” y las “planchas doradas” de oro. El término “Biblia de oro” no es vaga , es real . Las críticas se orientan a lo expresado por el francmasón José debido a que parece haber pruebas que fueron realmente hechas de oro puro. La narración escrita de José menciona “planchas de oro”. Ya no existe mucha especulación en cuanto a si las planchas de oro estaban hechas de oro puro ----------- Apenas hube salido de la biblioteca, di orden de sellar de nuevo la biblioteca,.---------- Si los profanos no tuviesen otras satisfacciones más que ésa, fabulosa y trivial, de «sobre valorar el oro», serían los más ridículos desgraciados de la Tierra. «valoras sus propias vidas en oro» podría ser, todo lo más, un feroz suplicio que destinaría a los malos a sobrevaluar lo externo más que lo interno.- Alcoseri
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(1) Vicente Alcoseri
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